¿COMO SE DESARROLLA LA MOTRICIDAD GRUESA EN NIÑOS ESPECIALES?
😍Bien comenzaremos hablando sobre lo mas importante, que un niño con síndrome de down, es igual a los otros niños con la unica distinción que el tiene un super poder, donde no debes de excluirlo.😉
Un hijo con síndrome de Down, tienes la misma tarea que los demás niños. Estás iniciando una asociación de por vida con vuestro hijo, en la que su tarea consistirá en ir enseñándole lo que necesita saber para prosperar en la vida. El primer reto con que todo niño se enfrenta es el desarrollo de las habilidades de la motricidad gruesa como, por ejemplo, aprender a darse la vuelta, a sentarse, a gatear, a ponerse de pie y a caminar. La oportunidad que nos brinda el enfrentaros juntos a este reto estriba en que deberas aprender cómo aprende, para que así puedas ser sus eficaces compañeros a lo largo de toda la vida. La clave está en entender su personal estilo de aprendizaje. En saber cómo puedes facilitar su aprendizaje, pues esto será crucial para el éxito de su colaboración con él a lo largo de toda su vida.
Los niños con síndrome de Down tienen un enorme potencial en el área del desarrollo de la motricidad gruesa. Las habilidades de motricidad gruesa serán uno de sus puntos fuertes y también un área que contribuirá al desarrollo de su confianza, su orgullo y su autoestima. Para el niño será emocionante aprender a correr, a saltar, a montar en triciclo y en bicicleta, y participar activamente con sus hermanos y amigos. A medida que vaya creciendo, irá desarrollando sus propias aficiones, como la danza, la natación, la equitación, el kárate, el footing, las pesas, el esquí u otros deportes. Con la práctica regular de las actividades que le gusten, sentirá alegría ante sus logros y crecerá sano y fuerte.
La finalidad del buen fisioterapeuta es la de enseñar a su hijo las habilidades de motricidad gruesa basándoos en su propio estilo de aprendizaje. Mostrar cómo enseñarle estas habilidades, de forma que el cuerpo del niño se desarrolle para poder correr, saltar y realizar actividades atléticas.
Deberá ir mostrando cómo desarrollar las habilidades motoras que necesitará cuando llegue a ser adolescente y adulto. Habrá de responder a sus preguntas sobre qué enseñar, por qué, cuándo y cómo habréis de ir enseñándole. Les proporcionará las herramientas necesarias para comprenderle y para interpretar sus manifestaciones, y también les dará métodos para ir practicando estas habilidades.
Conforme nosotros, como padres, vayan aprendiendo aquello en lo que debes centrarte y la forma en la que debes de enseñarle estas habilidades, podras ir estimulándole para que aprenda cómo utilizar su cuerpo y para que vaya adquiriendo cada vez más confianza en sus propias capacidades físicas.
En este artículo trataremos sobre los siguientes puntos:
la finalidad de la fisioterapia;
los factores que influyen en el desarrollo de la motricidad gruesa, tanto los físicos como los de aprendizaje;
una visión general del desarrollo de las habilidades de motricidad gruesa en los niños con síndrome de Down; la forma de proporcionar apoyos estratégicos y el papel fundamental que desempeñan en esto los padres y los hermanos;
los momentos cruciales para la intervención de la fisioterapia;
el estilo de aprendizaje de los niños con síndrome de Down.
La finalidad de la fisioterapia – panorama general
Existen muchos padres y profesionales que piensan que la finalidad de la fisioterapia en los niños con síndrome de Down es la de acelerar el desarrollo de la motricidad gruesa –ayudarles a adquirir las habilidades de la motricidad gruesa a un ritmo similar al de los niños normales. A corto plazo este objetivo parece razonable. Pero si consideráis el funcionamiento motor del niño a través de toda su vida, no existen pruebas de que la aceleración del ritmo del desarrollo de la motricidad gruesa sea relevante. Hacer que un niño camine a los 20 meses en vez de a los 24 meses es algo que no implica diferencias cualitativas en sus habilidades motoras, si lo consideramos 10 o 20 años después.
Con base en muchos años de experiencia clínica trabajando con niños con síndrome de Down, he llegado a la conclusión de que lo verdaderamente relevante a la larga es centrarse en el objetivo de desarrollar un cuerpo que sea funcional durante toda la vida del individuo. Poco importará que haya aprendido a caminar más temprano, si cuando sea adulto, y a causa de haber desarrollado un patrón de marcha ineficaz, ésta le resultará dolorosa y solo podrá andar recorridos muy cortos.
Es verdad que hay ciertos resultados cruciales que han de conseguirse temprano en el desarrollo de vuestro hijo, para que logre tener un cuerpo en forma y funcional a lo largo de su vida. Yo los llamo los cuatro resultados cruciales, y son los siguientes:
caminar con un patrón eficaz con las rodillas y los pies posicionados rectos hacia adelante, una base estrecha, un paso largo y empuje de los dedos de los pies (ver fig. 0.1)
tener una alineación óptima de las caderas, las rodillas y los tobillos, para mantener este patrón de marcha.
Tener un tronco fuerte y erguido, con fuerza equilibrada entre los músculos de la espalda y los músculos abdominales.
Tener brazos y hombros fuertes, con fuerza equilibrada entre los músculos frontales y traseros de los hombros, de forma que los hombros y los brazos caigan en el medio en la vista lateral, y no inclinados hacia delante
Si tu hijo consigue estos cuatro resultados, desarrollará un cuerpo con una base sólida para soportar el ejercicio y las actividades físicas a lo largo de su vida.
Un niño normal desarrolla este tipo de cuerpo sin ninguna intervención especial. Pero el proceso es más complicado para un niño con síndrome de Down. Él sí puede desarrollar ese cuerpo, pero el proceso de adquisición de los hitos de la motricidad gruesa no se produce automáticamente. A causa de sus problemas físicos, propende a desarrollar compensaciones, que son formas que él adopta para contrarrestar sus problemas. Si permitimos que persistan ciertas compensaciones, éstas se convertirán a la larga en patrones de movimientos ineficaces y dolorosos que comprometerán la actividad del individuo cuando sea adulto.
Lo ilustraré con un ejemplo de una compensación que puede desembocar en una pérdida de funcionalidad a largo plazo. Cuando está aprendiendo a ponerse de pie, los problemas físicos de la laxitud ligamentosa y de la hipotonía harán que el niño se sienta inestable. La mayoría de los niños con síndrome de Down compensan esta inestabilidad ensanchando la base, cerrando las rodillas y doblando los pies hacia afuera. Si se deja que persista esta postura, ésta se transferirá a su patrón de marcha, y el niño aprenderá a andar con una base ancha, con las rodillas y los pies vueltos hacia afuera, y apoyando el peso en los arcos planos de sus pies. Si se convierte en su patrón habitual de andar cuando sea adulto, se cansará fácilmente, le resultará doloroso andar y se verá limitado a caminar distancias cortas. Ni caminar ni correr serán habilidades funcionales en su vida.
Nuestro objetivo, pues, no consiste en conseguir que los niños con síndrome de Down adquieran sus habilidades motoras más deprisa, sino que adquieran su máximo potencial físico y que su cuerpo se forme de manera que sea saludable y funcional a lo largo de su vida. La forma de conseguirlo es reduciendo al mínimo las compensaciones que, a la larga, desembocarían en la inoperancia del funcionamiento motor óptimo.
La finalidad de la fisioterapia consiste en generar los cuatro resultados cruciales mencionados más arriba, de forma que vuestro hijo llegue a tener la postura, la fuerza y los patrones de movimiento que necesitará cuando sea adolescente y adulto. Este es el panorama general que siempre hay que tener presente. El enfoque lo pondréis en cómo aprende y en lo que aprende, y no en la rapidez con que lo hará. Si la fisioterapia se enfoca desde esta perspectiva a largo plazo, los servicios del fisioterapeuta contribuirán a la calidad de vida del niño durante todas sus etapas.
Factores que influyen en el desarrollo de la motricidad gruesa en los niños con síndrome de Down
1. Factores Físicos
Los niños con síndrome de Down tienen varias características físicas que afectan su forma de moverse espontáneamente y el modo en que aprenden las habilidades de motricidad gruesa. Los principales factores físicos son: la hipotonía, la laxitud ligamentosa, la fuerza reducida, la cortedad de los brazos y las piernas y los problemas médicos. La influencia de cada uno de estos factores varía de un niño a otro. Cada niño habrá de descubrir cómo mover su propio cuerpo para ir adquiriendo las habilidades de motricidad gruesa, al tiempo que va superando los efectos que cada uno de los anteriores factores ejerce sobre él.
1.1. Hipotonía
Los niños con síndrome de Down tienen un bajo tono muscular, también denominado hipotonía. El tono muscular es distinto de la fuerza muscular. El tono muscular se describe como la tensión que permanece en el músculo cuando éste está relajado, y es algo controlado por el cerebro. Se evalúa subjetivamente tocando los músculos y los miembros, y midiendo la resistencia o la rigidez o la tensión cuando se mueven pasivamente. En la hipotonía, la resistencia o tensión está menguada. La hipotonía es más perceptible en los niños con síndrome de Down cuando son bebés. Cuando los tomamos en brazos notamos que parecen “blandos” en el cuello, el tronco, los brazos y las piernas. Cuando está acostado boca arriba, sus brazos y sus piernas están apartados de su cuerpo y se le siente blando cuando descansa sobre una superficie. Esta blandura o flexibilidad es debida a su menor tono muscular.
Al principio, es posible que no podáis saber el grado de hipotonía que tiene vuestro hijo, o si algunas zonas están más afectadas que otras. A medida que vayáis practicando las habilidades de motricidad gruesa con él, empezaréis a reconocer los patrones de movimiento que le resultan difíciles. Por ejemplo, podréis notar que tiene dificultades con, y que tiende a evitar, las actividades que requieren el uso de los brazos. Puede que no le guste apoyarse sobre el vientre ni impulsarse hacia arriba con los brazos. Estas habilidades pueden resultarle difíciles debido a la hipotonía. Pero aunque tenga hipotonía, puede adquirir fuerza en los brazos, y con la práctica aprenderá a realizar las habilidades de motricidad gruesa.
1.2. Aumento de flexibilidad en las articulaciones o laxitud ligamentosa
Los niños con síndrome de Down tienen laxitud ligamentosa, lo que produce una mayor flexibilidad de sus articulaciones. Los ligamentos que mantienen juntos los huesos tienen una mayor distensión o se estiran más fácilmente, lo que posibilita un movimiento excesivo en las articulaciones. Podréis observar la laxitud ligamentosa en las caderas de vuestro hijo mientras él esté tumbado boca arriba en el suelo. Sus piernas estarán muy abiertas con las rodillas derechas, o bien tendrá las rodillas dobladas y muy separadas, cuando descanse en el suelo, con las plantas de los pies muy juntas entre sí (como la postura de “las patas de la rana”). Cuando empiece a impulsarse para sentarse, notaréis la excesiva flexibilidad de sus hombros. Podréis observar o sentir “la blandura” de sus articulaciones. Otra zona que hay que observar es el cuello, puesto que los niños con síndrome de Down corren el riesgo de inestabilidad atlanto-axial y atlanto-occipital.
La excesiva flexibilidad de las articulaciones también puede dificultar el aprendizaje de ciertas habilidades de motricidad gruesa. Por ejemplo, la acción de cambiar de la posición de sentado a otra posición puede verse dificultada por la excesiva movilidad de las caderas. Cuando el niño intenta cambiar de postura si está sentado y quiere ir hacia el suelo, e intenta hacerlo moviéndose sobre uno de sus costados, su ancha base puede impedirle este cambio de postura.
Si entiendes el temperamento de tu hijo y su comportamiento ante al aprendizaje de las nuevas habilidades, debes planificar mucho mejor la forma de encauzarlo para que logre prosperar. Conociendo su temperamento, entenderéis mejor qué habilidades le resultan más fáciles o más difíciles; sabréis cómo proporcionarle apoyo, cómo adaptarle los ritmos cuando esten practicando las habilidades, y la manera en que puedes motivarlo. Puedes comenzar por nuevas habilidades que vayan a gustarle, y después ir alternándolas con una nueva habilidad más exigente recurriendo a lo que más le motive.
A continuación les dejare un vídeo de como se desarrollan los niños down y como ayudarles a incluirse este vídeo presenta los momentos importantes de una inclusión justa donde cada quien se siente apoyado
💗 Recuerda que ellos son niños como cualquiera solo que con un poder distinto a pesar de todos los concejos que te he dado el mas importante y que no tiene mucha ciencia es el amor 💗














